¿Qué son las zapatillas? ¿Qué calidad y a qué precio?

Las pantuflas babuchas son cómodas y están hechas de cuero genuino. Existen varios modelos en el mercado. Elegir la opción correcta y garantizar un estilo auténtico puede ser complicado. La idea detrás del diseño de estos zapatos es priorizar a los clientes y sus deseos, ya que su satisfacción es sinónimo de éxito.

Originalidad de la babucha marroquí

La palabra babucha (belgha en dialecto árabe) proviene de papush (del persa). Este término se compone de dos partes: "pa" (pie) y "push" (cubrir), que simplemente significa zapato. Comúnmente llamada belgha o charbil en el ámbito marroquí, la babucha puede usarse para calzado de jóvenes y mayores, hombres, mujeres y niños.

La fabricación de babuchas se inspira en la belleza ancestral marroquí, que se refleja en los motivos y pompones realizados por el maâlem (maestro artesano), sin olvidar el toque contemporáneo en la elección de los materiales y las formas.

Las pantuflas marroquíes son perfectas para cualquier ocasión: ceremonias grandes o pequeñas, paseos al aire libre o simplemente para usarlas en casa. Con una chilaba, un caftán moderno o una takchita marroquí para una fiesta, o con una gandoura, vaqueros o pantalones cortos para un look informal, las pantuflas son un calzado versátil que realza tu look.

Comprar online o en un zoco: ¿cuál es el precio de un par de zapatillas?

Los tres elementos esenciales que determinan el precio de una zapatilla son el cuero, el modelo y la reputación del artesano. A esto hay que sumarle los factores logísticos.

Tomemos como ejemplo unas clásicas zapatillas de punta:

Para empezar, un par de piel de vacuno en Marrakech se vende entre 7 y 9 € en los bazares. Un modelo similar de piel de cabra en Fez puede alcanzar fácilmente los 20 €.

Las zapatillas online cuestan una media de 24 €. Si sumamos los gastos de envío, la factura puede ascender a 30 € si se compran en una boutique francesa. El precio es ligeramente inferior en las tiendas online marroquíes.

El lugar de fabricación es muy importante ya que cada ciudad tiene su especialización, a veces en detalles muy pequeños; como el bordado que difiere en una babucha bereber hecha en Tiznit y la de Taroudant .

Reconociendo la calidad de una zapatilla

Algunos fabricantes extranjeros, con sede en Turquía y países asiáticos, han invadido el mercado marroquí con falsificaciones. Los productos que entregan son refinados, menos robustos y están dirigidos a presupuestos más ajustados.

Los artículos marroquíes, por el contrario, son únicos y gozan de una gran exclusividad inigualable.

Para contrarrestar esta supuesta competencia y proteger los valores de nuestros talentosos diseñadores, el gobierno marroquí ha dado un paso importante: ha implementado varias barreras aduaneras y ha adoptado una certificación especial para las zapatillas marroquíes.

Este código de vestimenta cuenta ahora con su propia etiqueta, que garantiza no sólo la calidad de las materias primas utilizadas, sino también la de todo el proceso de producción.

En todo Marruecos, los mejores artesanos fueron homenajeados y recibieron la etiqueta, en reconocimiento a sus esfuerzos y su compromiso con el oficio de hacer babuchas.

Hoy en día, antes de adquirir un producto, es útil conocer un poco más sobre su origen, su ciclo de fabricación y, por supuesto, los materiales utilizados.

La babucha tradicional marroquí se ganó su etiqueta gracias a su sello de excelencia, que prioriza la calidad, la higiene y los estándares medioambientales. Cumple con todas las normas de seguridad y salud del consumidor.

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